26 noviembre 2006

esto no es la bolsa

estoy a punto de entenderlo.

nunca he sido bueno con el dinero.
no se ahorrar,
ni pensar en lo que me conviene.
tampoco soy buen jugador.
caigo en las trampas cuando me aburre el juego.
y si no el propio hastio me precipita a la derrota.

cada vez que lo intento pierdo menos.
aunque mas deprisa.
ahora
la rueda gira.
rien ne va plus.

18 noviembre 2006

¿y ahora qué?

el campo esta muy verde. parece primavera.
- observo desde el tren, la otra mañana,
mientras espero mi primer café-
aunque se cubra de brumas,
como si por pudor
tapara sus encantos.
igual que al despertarse
una amante desnuda
busca las sábanas para taparse.


pensé que había quemado todos los puentes.
pero hoy se tienden abiertos ante mi.
¿y ahora qué?

12 noviembre 2006

casi




raggiungere la serenità

"Per questo è necessario mirare alla libertà. E c'è una sola maniera per averla: l'indifferenza verso il destino. Così nascerà quel bene incommensurabile, la pace di una mente sicura e l'altezza morale e una gioia immensa e imperturbabile che viene dalla conoscenza della verità e dall'assenza di paure e una grande serenità." Seneca




Kyle of Durness, Highlands (Scotland) - Agosto 2004

10 noviembre 2006

à huis clos




"Así de pronto amanecí en un inmenso corredor. Miré a ambos lados y vi solamente puertas, y en cada una de ellas grandes letras rezaban así:
ESTO NO ES UNA SALIDA."
N.V. - Mi Marilyn particular











Abrí los ojos y vi un número 7. Las luces del coche estaban encendidas, iluminando una esquina: blanco sobre negro, y una franja amarilla separándolos.
Pensé que no había llegado al garaje. Que me había salido en alguna curva. Que uno de los arcenes que pisé había sido el último, y que estaba en una especie de antesala del infierno: hangar número 7.
Alguien golpeaba el cristal de la ventanila. Gire la cabeza esperando encontrar la cara de algún extraño bedel. Bajé la ventanilla, y oí: "¿estás bien?"
No sabía que contestar. Me quedé callado. Obviamente no estaba bien. Cualquier sensación que pudiera tener en aquel momento distaba mucho de estar bien. Tenía la boca seca. El sabor de su piel mezclado con el del tabaco. Aparecieron sus enormes tetas en mi retina. Miré el reloj del coche. Eran más de las 8. Entonces empecé a comprender, y fui capaz de pronunciar penosamente un "sí, estoy bien", acompañado de un intento de sonrisa. A mi vecino debió parecerle insuficiente, o debió adivinar que no estaba bien. Se quedó esperando alguna pista más que le permitiera saber si estaba drogado, bebido, enfermo, o las tres cosas. Su pelo engominado y el cuello de su camisa bien planchada, no parecían mostrarse muy comprensivos. Me indicó que moviera el coche, y entonces me di cuenta de que estaba bloqueando la salida.

05 noviembre 2006

hay sombras que abrigan



hay sombras que abrigan.
desde su oscuridad puedo observar el mundo, sin ser advertido.
cuando observo, tambien toco. acaricio la esencia de las cosas.
me gusta mi disfraz de spider-manu.
me apoyo en una arista, con un litro en la mano. la gente observa durante un tiempo. pero despues ya no me ven, porque no me quieren ver. soy sólo un bicho agarrado a la pared:
no gusta, no interesa.
entonces es cuando cambia la perspectiva. las formas se hacen maleables, los olores intensos, y las voces se llenan de armónicos que revelan los miedos más ocultos, y los deseos más violentos.

entonces, cuando estoy mas que solo -cuando estoy totalmente aislado- me siento más unido a todo lo que hay a mi alrededor.
y verás que sonrío, si es que te atreves a mirarme mientras te miro.


 

01 noviembre 2006

De slaapkamer

Amsterdam, 11 de agosto de 2006

Casi puede sentirse el sol de la Provenza.
El sonido de las chicharras se confunde
con el crujir de las tablas bajo mis pies.
Cuántas horas perdidas junto a este camastro.
Sal fuera, Vincent.
Abandona este olor a rancio, en busca de ese olor a paja seca.

autorretrato

anoche fuimos a un garito en el que ponian musica moderna.
seguramente podría habérmelo pasado bien, a pesar de la gente, a pesar del sudor.
si hubiera dejado de lado mis pensamientos. si esa corteza no me aislara de las voces y de los cuerpos.

estariamos hablando de un hombre joven, de unos treinta años, soltero.
con las manías normales de un hombre joven de su tiempo,
que ocupa la mayor parte de sus energías en el trabajo.
un tipo serio, algo retraido, lo normal para un ingeniero.

si miraramos
a través de ese halo de melancolía

-que podria hasta gustar,
que podria transformarse en halo de misterio-
hallaríamos
unos ojos hundidos en el cráneo,
perdidos,
clavados en un hipotético recuerdo...

ya me he ido.